MARIO VARGAS LLOSA - Las travesuras de la niña mala (y las huachaferías de un niño bueno)

 Nunca había leído novelas de Mario Vargas Llosa. Y lo que es cierto es que leer Travesuras de la niña mala, me dió ganas de leer toda su obra.

Me encantó el ritmo y la fluidez del texto que transformaron mi lectura en un viaje que nunca quería parar. Difícil no resumir la novela como la búsqueda (y la huída) de un amor incondicional. Aquí el amor te da alas: despegas en Perú, haces escala en París, Londres, Tokyo, Madrid y aterrizas otras vez en la capital francesa.

Ricardo se enamora de una chica. No diré su nombre porque será diferente cada vez que el narrador se topará con ella. ¿Quién es esa denominada "niña mala"? Ricardo es traductor. Pero entender los sentimientos, acciones y elecciones de su querida será la búsqueda de su vida. Ricardo será un caballero de la Mesa Redonda y la niña mala el Santo Grial. Él será Don Quijote, ella Dulcinea.

Ricardo nos recuerda que el amor es ciego, porque las travesuras de su niña mala no son detalles. Y si a veces se vuelve lúcido, sólo es retrasar lo inevitable: ama a esta mujer y le perdona (casi) todo.

Esta historia de amor cuenta también la Historia con los diferentes acontecimientos culturales, políticos y sociales de los años 50 hasta los años 80, en los diferentes países de residencia de Ricardo.

No pierdas tiempo y embarca en este libro: odia
a la niña mala, enternécete de Ricardo y sus desventuras amorosas. Viaja en esta montaña Rusa de los sentimientos.