Después de un primer capítulo con un ambiente mágico en un bosque, nos adentramos en un universo más oscuro, en el que domina la brujería. Sin contar con detalles la historia, Legado en los huesos es la continuación de una de las investigaciones de la inspectora Amaïa Salazar. Asesinos que se suicidan después de sus crímenes, dejando el mensaje "Tarttalo" antes de quitarse la vida es la trama principal. Profanaciones de iglesias y tumbas completan la historia mientras aprendemos más sobre el pasado de Amaïa. De nuevo la mitología vasca se introduce en el relato.
A mi parecer, Dolores Redondo logra crear una alquimía, entre el pasado de la inspectora, y las investigaciones policiácas que faltaba un poco en El guardián invisible. El trabajo sobre las leyendas vascas sigue preciso y apasionante: Inguma, Tartallo, ... Os invito a leer el libro para aprender más sobre estas figuras maléficas.
La madre de Amaïa ya no es un recuerdo, sino una persona de carne y hueso aterradora como sabe imaginarlos un rey del horror como Stephen King. Eso enriquece el ambiente extraño de la trilogía. Estamos, por fin, en una verdadera novela de terror.
Queda un capítulo para perfeccionar las aventuras de la inspectora Salazar y hundirnos otra vez en el ambiente tan singular de la valle del Baztán, con La ofrenda a la tormenta. El final de Legado en los huesos, invita a continuar. Pues ¿A qué esperamos?
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